martes, 29 de junio de 2010

Hyperhidrosis

Hola que tal, supongo que si estas leyendo esto se debe a que como yo padeces de la misma enfermedad (aunque existen opiniones diversas sobre llamarle así) o conoces a alguien que lo haga, ese trastorno que de cierta manera nos impide realizar ciertas actividades con total desenvolvimiento y nos vuelve en ciertas ocasiones distantes y poco sociables, ese trastorno llamado Hiperhidrosis.

En mi caso padezco la hiperhidrosis en las manos, conocida como "palmar", la verdad no recuerdo en que instante empezó la sudoración, quizá empezó cuando apenas era un pequeñito de unos 2 o 3 años o quizá siempre ha estado ahí, pero aun en el recuerdo mas antaño que logro evocar ya estaba presente, formando parte de mi vida como las uñas, las los dientes o el mismo cabello, inseparable.

Siempre me pregunte por que sucedía y por que a los demás niños, jóvenes o personas a mí alrededor no, como si fuera el único en el mundo en padecer esto. Aunque creo que más de uno habrá tenido alguna vez este sentimiento. Se habla de porcentajes, de estadísticas sobre personas en la misma situación pero como suele suceder no conocemos a ninguna de esas personas, no están a nuestro alrededor, ni nos movemos en los mismos círculos.

En la actualidad el saludar de manos es imprescindible, a donde quiera que vayamos y encontramos algún familiar, amigo, conocido, etc., siempre recurrimos a estrechar las manos, acto que para un hiperhidroso representa un suplicio, bueno quizá exagero un poco, pero si por lo menos una sensación muy desagradable, y no faltan las preguntas tales como: ¿Estas nervioso?, ¿Qué traes en las manos?, ¿Estas enfermo?, ¿Por qué traes las manos mojadas?. Aunque también hay quien voltea a ver tus manos, o se limpia sin despistarla aunque sea un poco. En lo particular, hubo una muchacha que al saludarme me soltó la mano de inmediato y comunicando, además, con palabras un rotundo asco. Y no es que uno se desmorone con esas acciones, ni mucho menos, o que no la autoestima se vaya por los suelos, solo hace estar más conciente de la situación, y de que algunas personas reaccionan y reaccionaran con menos empatía o conocimiento que otras. Y me uno y hago como mía esa frase que dice “uno no se acostumbra pero aprende a vivir con ello”.

Creo que a pesar de esto, he hecho mi vida con relativa normalidad, y doy gracias a Dios por que a pesar de lo que haya pasado y vivido, lo mas importante es que tengo vida y puedo hacer y disfrutar de lo que hay a mi alrededor. Seria egoísta e ingrato martirizarme, echar tierra sobre mi cabeza o rasgar mi ropa (que dramático). Sin embargo, el deseo de sequedad siempre esta presente.